LAVADOR DE GASES

El lavado de gases es la tecnología mediante la cual se limpia una emisión gaseosa de los contaminantes que contiene. Habitualmente, las moléculas de contaminante del aire son separadas del flujo gaseoso al entrar en contacto con un líquido, que puede ser agua, un reactivo químico o una combinación de éstos. El flujo gaseoso, una vez lavado, está libre de contaminantes y puede ser emitido a la atmósfera. El contacto del contaminante con el líquido depende del tipo de lavador y puede ser por empaque húmedo, burbujeo, aerosol, etc.

Generalmente, el lavado de gases se utiliza para eliminar contaminantes del aire como olores, vapores, gases tóxicos, etc. Para ello, en la mayor parte de los casos, los contaminantes presentes en los gases son susceptibles de ser oxidados o absorbidos en un medio ácido o en un medio alcalino. Así, las especies derivadas del nitrógeno pueden ser absorbidas en un medio ácido, mientras que las especies derivadas del azufre son sensibles a la absorción en un medio alcalino u oxidante. En algunos casos, los contaminantes son muy solubles en agua, por lo que no se precisa ningún reactivo químico.

Funcionamiento
La instalación funciona al poner una corriente de gas en contacto cercano con un líquido de lavado. Debido a este contacto, ciertos componentes gaseosos se disuelven y permanecen en el agua.

 

Por lo tanto, hay una transferencia de componentes en fase gaseosa a fase líquida, también denominada absorción. La solubilidad de las partículas en el líquido determinará en qué medida los componentes gaseosos se disuelven en dicha fase.

La relación de gas-líquido del lavador de gases es la proporción entre el flujo del fluido portador y el flujo de la corriente de gas. En relación con el dimensionamiento y para la evaluación del funcionamiento del lavador de gases, es importante saber la cantidad de líquido por m³ de gas que se necesita para llegar a la emisión restante deseada.

La proporción gas-líquido no solo está estipulada por la emisión necesaria restante, sino que también en la concentración de los componentes extraíbles en el flujo de gas y de líquidos salientes. La proporción gas-líquido en una situación concreta depende por lo tanto del sistema de soporte elegido, las propiedades para purificar el gas, el fluido portador, los componentes extraíbles y las exigencias que se realizan hacia la emisión restante.

Las ventajas de los lavadores de gases son:

  • Amplia gama de aplicaciones
  • Potente salida de la eliminación
  • Instalación compacta y sencilla en el mantenimiento
  • Tecnología relativamente sencilla
  • Sirven también como refrigeración para los flujos de gas caliente (extintor)
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